Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Cerrar

Bienvenidos

Soy una persona normal, casada, madre de dos hijos, trabajadora, entusiasta, que disfruta los pequeños momentos buenos de la vida y a la que le gusta escribir. Hoy inicio este Blog para que queden plasmados mis pensamientos, opiniones o comentarios y algún día, quizás mis hijos lo lean y me conozcan un poquito mejor. Simplemente contaré momentos de mi vida cotidiana o compartiré alguna opinión que me parezca interesante. ¡Bienvenidos!

sábado, 6 de agosto de 2011

Hablando de indignados



En esta época que está tan de moda indignarse, me voy a sumar a la larga lista de indignados y voy a protestar por este medio que está a mi alcance.

Podría indignarme por muchas cosas, como por ejemplo porque no encuentro un partido o un candidato que me represente para poder votarle en las próximas elecciones, por tener recortes en cosas tan importantes como la sanidad, la educación, las ayudas sociales.... o por infinidad de temas por los que hoy nos podemos quejar y reivindicarnos, ya que tenemos la suerte de vivir en un país democrático.

Pero no; el tema por el que me indigno, no tiene nada que ver con la política, sino por una práctica que vengo observando desde hace tiempo y veo que cada vez más empresas la aplican impunemente mientras nosotros, los sacrificados usuarios, una vez más la asumimos como normal y nos mantenemos silenciosos al respecto.

Pues bien, ya no me entretengo más y desvelo la causa de mi actual indignación: los horarios de los hoteles.

Recuerdo que no hace demasiado tiempo, el horario de entrada y salida de un hotel eran las 12 de medio día. Esa hora era sagrada y los que tenían prisa por entrar se topaban con los que dejaban la salida para última hora y aprovechaban la piscina hasta el último momento o preparaban el equipaje en el último momento.

Si bien es verdad que en la recepción de un hotel a veces la situación era caótica (lo viví en carne propia, pues he trabajado en una recepción de hotel), porque tenías que hacer las facturas, comprobar que no haya llamadas, que el mini bar esté en orden, atender y rellenar las fichas de los que entran, darles información, etc etc y todo se juntaba a las 12, pero al final ese momento pasaba y todo el mundo contento.

Después las normas empezaron a cambiar; se salía a las 12 am pero se entraba a las 14 o 15 hrs. Así, explicaban ellos, daba tiempo a hacer las habitaciones y no coincidían quienes entraban con quienes salían y todo iba más relajado. Ya nos estaban quitando 2 o 3 horas de nuestra estancia.

Pero ahora, ya el tema es un poco descarado. Últimamente al reservar en algún alojamiento, me he encontrado con que la entrada es a las 17 Hrs (a las 5 de la tarde!!!) y la salida es a las 10 de la mañana!!!! ¡Casi nos están robando un día completo por la cara y se quedan tan tranquilos!

Es por ello que me considero estafada y quiero montar mi propia manifestación para pedir: !Retorno a las 12 YA!